El Centro residencial de desintoxicación y tratamiento de adicciones de alto rendimiento Simón Verde en Sevilla del Grupo Guadalsalus, nos explica cómo transcurren los primeros 21 días de deshabituación, una vez el paciente ingresa en este centro con unas instalaciones de lujo. Unas instalaciones y entorno agradables, un equipo muy cualificado y un programa terapéutico individualizado de primer nivel, garantizan a un centro de alto rendimiento, acortar la estancia residencial a una media de 3 meses, para pasar a una siguiente fase, preferiblemente a pisos terapéuticos, o de vuelta con el derivador, centros ambulatorios o profesionales, con los que tienen acuerdos de colaboración.

El centro residencial de adicciones Simón Verde de Guadalsalus, cuenta con un equipo muy profesional, muy ilusionado y muy orgulloso de su programa terapéutico y de los éxitos obtenidos con sus pacientes. Este es el motivo, por el que desde Doctor Adicciones, les hemos pedido que nos detallen qué es lo que les diferencia de otros centros residenciales de adicciones y por qué están tan orgullosos de su programa. Para ello, nos detallan cómo es su trabajo en el Centro residencial y cuales son los objetivos los primeros 21 días de deshabituación, una vez el paciente ingresa en su centro de Sevilla. Les dejamos hablar a ellos...

LOS 21 DÍAS DE LA DESHABITUACIÓN

La deshabituación comienza en el mismo momento del ingreso.
¿A qué llamamos deshabituación de la conducta adictiva? Es el proceso de identificación y sustitución de los hábitos y actitudes alterados por el consumo, por otros que mejoren la calidad de vida del paciente y favorezcan su integración en el entorno familiar, laboral y social con el objetivo final de prevenir y evitar posibles recaídas.

En la Comunidad Terapéutica del Grupo Guadalsalus se establece un protocolo de entrevista inicial con la directora del equipo terapéutico, quien coordina el ingreso del paciente siguiendo los siguientes pasos:
• consulta con el médico de familia,
• consulta con la psicóloga clínica,
• consulta con el psiquiatra si hay antecedente o sospecha de patología dual y/o necesidad farmacológica específica y
• apertura del expediente social con nuestra trabajadora social.

En tan sólo 8 días, la familia y, en su caso, el centro derivador, reciben una valoración del transcurso de la primera semana del paciente en el centro y todos los informes específicos anteriormente citados y que son propios de un tratamiento biopsicosocial. Con todo este material, estamos en condiciones de diseñar una primera estrategia de abordaje terapéutico personalizado para el paciente, del cual se hace partícipe al derivador o profesional de referencia.

Durante los 21 primeros días, las sesiones individuales de psicología clínica y las intervenciones de la trabajadora social sobre cada paciente concreto son de carácter semanal. Paralelamente, la deshabituación requiere un estrecho seguimiento de las patologías orgánicas asociadas. En nuestra Comunidad Terapéutica, se realiza bajo una estrecha vigilancia médica, la cual contempla la administración de medicación de apoyo para evitar situaciones de gran ansiedad y la aparición de síntomas propios de síndromes de abstinencia.

Una vez que se comienza a despojar al adicto de su máscara adictiva, quedarán al descubierto sus trastornos de personalidad, así como los conflictos subyacentes que se esconden tras el consumo de drogas.

Ahora el individuo tendrá oportunidad de reconocerlos, asumirlos y elaborarlos. De ahí que sea tan prioritario plantearse como primera meta terapéutica conseguir y sostener una abstinencia temprana, despojando al sujeto de su máscara adictiva y de la identidad de masa que la droga le procura..

Los objetivos de esta fase son…

• Instaurar una abstinencia precoz con garantías para la salud integral del paciente.
• Seguimiento de las patologías orgánicas asociadas a la adiccicón específica bajo una estrecha supervisión médica, siempre garantizando la salud y seguridad del paciente.
• Identificar y evaluar la dependencia a drogas y otras dificultades que pudieran aparecer, a través de entrevistas con el paciente, y las personas más cercanas a él, para elaborar un plan de tratamiento personalizado.
Diagnóstico integral: Conocimiento de los aspectos de la personalidad, situación familiar, factores de protección y de riesgo individual, familiar y social.
Aspectos psicopsiquiátricos relevantes: comorbilidad, requerimiento farmacológico situacional y/o estructural, seguimiento de la evolución y/o diagnóstico de posibles patologías duales.
• Desarrollar en el paciente las dos cualidades esenciales para su proceso de Rehabilitación: humildad y honestidad.
• Integración en el centro: familiarizarse con el modelo de tratamiento, equipo terapéutico y sus compañeros, al tiempo que comienza a identificar y sustituir los hábitos adquiridos durante el consumo.
• Control y seguimiento de la abstinencia del paciente en esta primera fase en la que sus recursos no están desarrollados, junto con una progresiva toma de conciencia de su enfermedad, las consecuencias de la misma y su deseo de cambio.
• Priorizar que la persona aprenda a adaptarse a la vida y no que la vida se adapte a él.
Motivación al cambio: Motivar que la persona reconozca su problema y registre la necesidad de cambiar, sin que ese registro implique necesariamente la comprensión de que la conducta problema es la adictiva. Se busca que el sujeto registre que "hay muchas cosas que no pueden seguir siendo como han sido hasta el momento", que pueda reconocer la presencia de un problema, aunque esté ligado a situaciones colaterales: salud física, dificultades familiares, judiciales, etc.
Afrontamiento: Que la persona pueda adoptar Estrategias de Afrontamiento básicas, para implementar cambios mínimos en relación con los daños asociados a la conducta de consumo.
• Análisis de los factores implicados en el desarrollo y mantenimiento de la conducta adictiva. A partir de una lectura sistémica de la problemática, se buscan los patrones disfuncionales del sistema familiar que sostienen la conducta adictiva. • Establecimiento de metas e indicadores de cambio. A través de técnicas específicas, se indaga sobre los parámetros del consultante y de su familia, acerca de qué aspectos observables considerarían que son indicadores de que se está produciendo un cambio en relación con la situación problemática.

Objetivos del trabajo con la familia...

• Trabajar con la familia de cada paciente, en terapia individual y colectiva, así como en apoyo a demanda mediente comunicación telefónica, la necesaria descarga emocional y el abordaje del sentimiento de culpa.
• Trabajar en la convicción familiar de poner un límite firme e impostergable a la situación autodestructiva en la que se sumerge cada día más el adicto.
• Afianzar entre los familiares una clara convicción de que la adicción no es un vicio, sino la manifestación de una enfermedad en la que intervienen factores tanto familiares como sociales. Ellos, junto al paciente, tendrán también que asumir responsabilidades y generar cambios progresivos.
• Tomar contacto con el entorno familiar concreto de cada paciente de cara a una evaluación diagnóstica adecuada.
• Ayudar a que la familia tome conciencia de los distintos roles que han jugado en la relación con el adicto, así como a detectar las características propias de la coadicción.
• Introducción al conocimiento y manejo de la sintomatología conductual del adicto.
• Introducción a la prevención de recaídas.
• Durante esta fase el paciente no recibe visitas familiares. Lo hará aproximadamente a partir de la tercera semana de internamiento y ligado a evolución.

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Foto del Centro residencial de adicciones de alto rendimiento Simón Verde en Sevilla.
Si necesita ponerse en contacto con Guadalsalus para un ingreso en su centro residencial o como derivador para sus pacientes, puede llamar al 672 49 50 45 y hablar con Antonio, que es uno de los Gerentes. Seguro que os atiende encantado. Más información del centro

piscina en un centro de desintoxicación